Finalmente el día aguantó sin llover y pudimos disfrutar de una buena jornada en Gijón con baño en la playa de San Lorenzo incluido. Aunque para los acampados residentes en esta ciudad la visita no fuese tan sorprendente el hecho de poder pasearla con nuevos amigos constituye siempre un aliciente.
En la foto un momento de la comida, siempre con vistas al mar.