Tal y como venimos haciendo los últimos años, vamos a aprovechar nuestras ventanas abiertas al ciberespacio (nuestra web con Los Malatos Digital y Facebook), para ir colgando ideas sobre el tema del año y así aportar pistas sobre cosas que pueden luego dar juego en los campamentos del verano a la vez que intentamos ampliar nuestros conocimientos y reflexiones, esta vez, sobre la risa.
Para empezar podemos traer aquí aquella imagen de las máscaras del teatro de la antigua Grecia, una sonriente y la otra con gesto triste, que correspondían a la comedia y a la tragedia. Presentarlas juntas nos recuerda no sólo lo habitual que resultan ambas en nuestra vida cotidiana, sino también la facilidad con la que una mirada distinta sobre los hechos nos permite cambiar una por la otra a gran velocidad.
No faltan las frases inteligentes que han incidido sobre esta relación como que «La comedia es una tragedia que le sucede a otro» o aquella de Woody Allen en una de sus películas: «el Humor es Tragedia más Tiempo». Lo cierto es que si reír a todas horas es de necios, verle únicamente el lado triste a la vida es una solemne estupidez además de resultar aburridísimo. Parece conveniente seguir el consejo de las máscaras, distinguir lo que procede en cada momento y no renunciar a mirar las cosas desde ángulos diferentes.