Nhorte está de celebraciones este año que ya asoma la nariz. Veinticinco años en el camino dieron para mucho, y muchos fueron los que se fueron incorporando a la ruta. Toca por tanto congratularse por lo andado, congratularse por todo lo vivido e ilusionarse por lo que se ve en el horizonte, ahora que despedimos un año.
A lo largo de este tiempo, Nhorte se convirtió en un lugar de encuentro para todos aquellos que buscaban algo más que un simple plan de actividades, para todos aquellos que preferían disfrutar del contenido más que del continente. Un lugar que vio pasar ya a más de 15.000 almas de toda condición.
Lejos de efímeros artificios, Nhorte empezó por proveerse de las herramientas más sencillas y efectivas para desarrollar su tarea: la palabra, el juego y la imaginación, continuando por ofrecer su propuesta a todos aquellos que creyeran en un mundo mejorable, convencidos de que un entorno rabiosamente divertido puede ser tan educativo como el que más, apostando por unas metodologías que permitieran a cada rango de edad desarrollar todo su potencial afectivo y cognitivo.
El tiempo nos dio la razón, y todos podemos sentirnos orgullosos por ello, porque esta aventura sólo se explica si valoramos por igual todas las aportaciones, trascendiendo de la dialéctica “educando y/o educador”, reconociendo la vital importancia y capacidad aglutinadora de todos/as y cada uno/a de los que pasaron por aquí y contribuyeron a esta sólida sedimentación que tanto abriga este feliz proyecto.
En Enero, y si la tecnología nos lo permite, ya tendremos disponible un adelanto de la campaña de campamentos que hemos preparado para este verano, y hasta entonces, os mantendremos informados de cuantas actividades llevemos a cabo para celebrar este XXV Aniversario. Aquí os dejamos un adelanto.
Gracias a todos por vuestra confianza y por vuestra contribución.
¡Feliz año 2016!
Teño
