Tres Reyes Magos cargan en el lejano oriente una caravana entera de camellos con regalos para todos los niños y niñas del mundo. La historia empieza bien.
La leyenda en origen cuenta que su primera travesía fue más sencilla pero no menos heroica pues buscaban a un único niño desconocido, nacido dios sabe dónde, siguiendo una estrella de larga cola que suponían su guía.
La enorme felicidad provocada por la sorpresa de recibir un regalo inesperado y la satisfacción de los Magos por el bien hecho se combinaron graciosamente como para dar continuidad a aquel primer viaje. 
Por la emoción contenida que suscita esta noche, por la inquietud y el nerviosismo provocado por la espera, por toda la alegría que se desata ante la apertura de los regalos y por su capacidad para hacer de nuevo niño a aquel que así quiera sentirla, puede que esta sea la noche más mágica de todo el año.