Son una de las caras más conocidas de la prehistoria y si no fuese por la gran cantidad de restos fósiles encontrados sería razonable pensar que estos fabulosos animales no son sino fruto de la ciencia ficción.
Pero no. Los dinosaurios existieron. Más de mil especies diferentes poblaron toda La Tierra durante el Triásico, Jurásico y Cretácico (entre hace 240 y 66 millones de años más o menos), cuando casi «de repente» se extinguieron misteriosamente. Bípedos, cuadrúpedos, con crestas, con escamas, con alas, con espinas, gigantes, enanos… Si dejas a un niño que pinte un dinosaurio imaginario lo más fácil es que algo muy parecido haya existido.
Contemplar la reconstrucción a tamaño natural de un gran dinosaurio, al completo o en forma de esqueleto, es una experiencia impactante que puede disfrutarse en distintos puntos de nuestra geografía y por supuesto también en el Museo Jurásico de Colunga, que tendremos que visitar este verano después de un baño en la playa de La Griega, donde también veremos las huellas que dejaron en la roca estos animales legendarios.
Desde que en 1841 el científico Richard Owen crease el término Dinosaurio, del griego «lagarto terrible», la literatura fantástica no han dejado de concederles un lugar en sus relatos. Para los curiosos y los amantes del género y de la literatura en general os dejo esta web en la que aparecen 11 referencias novelescas imprescindibles a los dinosaurios comenzando por la primera conocida, la de Charles Dickens en 1852.
http://julesverneastronomia.blogspot.com.es/2016/01/los-dinosaurios-en-la-literatura-once.html
