Pues cuando sólo faltan unos minutos para las 7 de la tarde hacen su entrada en el campamento los y las zulús que son los últimos en llegar del vivaqueo y también los que quizás hayan caminado más kilómetros y visto más playas del litoral.
Llegan, como antes sus compañeros y compañeras, satisfechos tras haber cumplido con su reto, un poco más mayores, un poco más valientes y un poco más confiados en sí mismos.
Van directos a la ducha y luego en el Ateneo tendremos noticas de las andanzas de todos ellos, que serán cantadas tal y como manda la tradición.
En el campa, quienes llegaron primero disfrutaron de una pacífica tarde de relax y descanso en la que no faltó un buen chapuzón en la piscina como el que se dieron los cometas de la foto. Ahora a arreglarse que esta noche hay verbena.