El 12 de febrero de hace 200 años nació Charles Darwin, padre de la teoría de la evolución, una de las más arriesgadas y polémicas de todos los tiempos.
Charles se subió un día en un barco, el Beagle del capitán Fitzroy, y 5 años después se bajó Darwin: así de sencillo, se subió un hombre y bajó otro. A pesar del paso del tiempo pocos habrían notado la diferencia al verle por la calle pero el Charles que estaba dispuesto a tomar los hábitos dejó paso al hombre covencido de que nadie había creado a los seres vivos en un par de días sino que esta tarea le había llevado muchos años a la naturaleza: naturalmente se armó una gordísima.
En la vida y la obra de Darwin hay muchas cosas apasionantes, también lo es ver cómo un hombre guiado por la aventura, la experiencia y la reflexión afronta con valor el cambio en el paradigma del pensamiento: Recollections of the Development of my Mind and Character (Resumen del desarrollo de mi pensamiento y mi personalidad) era el título que encabezaba las notas autobiográficas de su diario de viajes.
Celebramos en 2009 el aniversario del nacimiento de un gran hombre.