Esta vez, aprovechando la internacionalidad del campa, la verbena y el pincheo vinieron acompañados de otra manera de jugar: el Casino. Pero un Casino un poco especial, en el que cada grupo aportaba un personaje. Hubo actuaciones en directo, crupiers, camaras de seguridad, hasta carteristas había, oiga (unos Chispas a los que hubo que convencer para que no se tomaran tan en serio sus personajes…vaya tíos).
El comedor y los chicos lucían sus mejores galas, y las relaciones en estos dos días lluviosos se han ido estrechando hasta superar la barrera del lenguaje.
Entretanto, hubo algún rato para darle la espalda al mal tiempo y disfrutar de recursos como la piscina, o las salidas por el entorno más cercano. Para mañana parece que el tiempo mejora sustancialmente, entonces podremos aventurarnos a completar las salidas que quedaron pendientes, tanto a playas como a lugares de interés turístico, en las que no faltará tiempo para practicar alguna actividad náutica.