Aunque amaneció arrugado, la experiencia –e Internet-, nos decían que “abriría” a lo largo de la mañana, así que no cambiamos el plan inicial de ir todos a Rodiles, la playa más grande de esta zona. Y así fue, al poco de marchar el último bus que conduce a los chicos hasta la blanca arena de la playa, un generoso sol nos avisó de que la jornada sería provechosa.
Después de una calurosa jornada llena de juegos, carreras, enterramientos en la arena y el correspondiente baño de rigor, todos al campa…bueno, todos menos los Ecos, que iniciaron su aventura particular encaminándose hacia el Este, camino de Luces, otro hermoso pueblo del oriente asturiano. Y lo hicieron en un tiempo más que aceptable. Vienen fuertes estos chicos del Curso, que se comen el tiempo a bocados. Tienen tantas ganas de crecer que, a veces, no se dan cuenta de lo que van dejando por el camino.
Los Chispas, ya por la noche, descubrieron la magia a través de una luz de neón y las pompas que sus nhortes les enseñaron a hacer con jabón. Y los Cometas realizaron un mágico recorrido a través de los sentidos, con los ojos vendados, y guiados por un laberinto cargado de sensaciones.
Mañana inician su aventura los Zulus, mientras Cometas y Chispas se quedan como reyes, con toda la instalación para ellos. Es que son los reyes de la casa.