Ecos y Zulus continúan su camino y disfrutan de la mar en todas sus variantes, los unos para verla, que no es mal ejercicio para el alma, o bañarse en Playa Isla; y los otros para navegarla, a bordo de sus respectivas piraguas surcando las aguas desde el Puntal hasta Villaviciosa, donde pudieron conocer la tierra donde desembarcó Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico.
Y los Chispas, dueños y señores absolutos del Campa, inundando el campamento de fantasía con sus disfraces y sus juegos. Mañana, todos juntos otra vez, pero más curtidos, más experimentados, más autónomos… más mayores. Qué apasionante es verles hacerse mayores, aunque sólo sea este poquito.