Aprovechando el buenísimo tiempo que nos acompaña desde que comenzó el campa, las tribus de Chispas, Cometas y Zulus se dispusieron a conoces distintos parajes asturianos en actividades apropiadas para sus respectivas edades.
Así, los Chispas se internaron por frondosos senderos camino del Malaín, una hermosa finca del concejo de San Justo, dedicada a la producción y recolección de exquisitos productos naturales, donde los chicos, provistos de cestitas para la ocasión, fueron paseando y recolectando arándanos (hoy no tenían moras o frambuesas) con los que el cocinero, el gran Pepe, hará un exquisito batido para celebrar la vuelta.
Los Cometas fueron en autocar hasta Gijón, donde en la misma jornada pudieron disfrutar de un bañito en otra playa de Gijón –la de Poniente-, y visitar el Acuario, emblemático recurso turístico del que los gijoneses se sienten muy orgullosos (qué tendrán los tiburones, que siempre son los más admirados por los peques… con lo graciosos que son los pingüinos).
Y los Zulus, bueno, los Zulus ya son una gran nación india. Su vivaqueo terminó con una última marcha de rastreo durante la que no faltó algún que otro susto preparado con mimo por sus Nhortes. Venían radiantes, con el aroma del camino (bueno, y del sudor), cantando más que nunca: ¡¡Zeta-U-Ele-U, Ese, Zulus!. Ahora sí son un grupo.
Y ya todos aquí, merecida ducha, sabrosa cena, actividad cortita de tranquis, y a dormir, que todavía quedan muchas cabelleras que cortar y bisontes que cazar.