Después de un primer día de sensaciones encontradas, por un lado porque siempre resulta un poco tedioso (entrega de documentación, listados, presentaciones, etc.), y por otro, emocionante por el reencuentro con muchas caras que hacía un año que no veíamos, arrancó la segunda jornada con un tiempo que invitaba a vivir el aire libre en toda su intensidad. Parece que los pronósticos anuncian una semana agradable, vamos a ver si aciertan.
Hoy, todas las tribus indias dedicaron el día a reconocer el terreno sobre el que están asentados y, lo más importante, a conocerse bien entre ellos. A través de distintos juegos, dinámicas y actividades de iniciación, estos aguerridos indios comenzaron a establecer los primeros vínculos que, con el paso de los días, irán creciendo como la levadura. Y mañana nos vamos a la playa, donde, además de disfrutar de sus bravas aguas y limpias arenas, seguiremos haciendo lo que mejor sabemos: jugar. Somos unos jugones.