Continúan los fuertes vientos en Asturias que están perjudicando a nuestra instalación y a los trabajos que aquí llevamos a cabo. Además de haber tirado un árbol de la cuesta, el viento, que ha llegado a soplar a 145 kilómetros por hora, dificulta los remates de la cubierta del comedor aunque pensamos que la semana que viene estará totalmente terminada.
Ya decía el viejo Séneca que el viento era el fenómeno meteorológico más peligroso de todos… La verdad es que no envidiamos a quien tenga que coger un avión estos días.