Después de las primeras llamadas telefónicas -que impacientes os ponéis algunos padres-, primera tarde de talleres, donde algunos, como la globoflexia fueron posteriormente felicitados en el Ateneo, nuestro particular templo de la palabra, donde la voz de un Chispilla es escuchada con la misma atención y el mismo respeto que la de el más mayor. Primeras menciones: al más simpático -Rafa, un Chispilla al que le dió mucha vergüenza salir a recibir la felicitación-, al más varillas, al más más, etc.. Lectura del Freinet (Yo propongo, Yo felicito y Yo critico) y cierre con el tradicional «Julito» de los Nhortes al terminar el Ateneo.
Y poco más que contar de momento, que vuestros chicos comen estupendamente (hoy fueron muy celebradas las lentejas del primer plato), y que no hemos tenido percances de botiquín, salvo una latosa migraña de Dani que fue remitiendo, y unos mofletes supercolorados de Nerea que se aliviaron con una crema sanadora.