Esta semana saltó a los medios una
noticia que nos hace retomar nuestro interés por compartir desde estas páginas las cosas del mundo de la informática: el lanzamiento del nuevo Ipad.
A estas alturas ya todo el mundo sabe que existen unos aparatos llamados “tablets” que no son sino pantallas que permiten hacer lo que la mayoría le pedimos a un ordenador. Sin embargo el primer Ipad apareció en 2010 y el Ipad 2 lleva en el mercado poco más de 8 meses lo que ya debería llamar nuestra atención. En este periodo de tiempo han salido al mercado no menos de otras diez tabletas que compiten por completar el elenco de cacharros cibernéticos personales.
Los representantes de la marca de la manzana auguran que dentro de unos 5 años el mercado de las tabletas le sacará ya un par de cuerpos al de los ordenadores personales y el capricho mercantil tiene pinta de que vendrá a darles la razón, si antes no se inventa otro aparato más atractivo que puedan meternos en casa.
Pero no seamos demasiado simplistas, la opción de comprar es siempre de cada cual. Tras estos inventos hay también equipos de personas trabajando duramente con tecnologías al límite de lo que pueden dar de sí en nuestros tiempos y producen objetos de líneas simples y elegantísimas capaces de hacer cosas que rayan lo mágico: no podemos negarles un aplauso y desear que nos sigan sorprendiendo.