2014 es el Año Internacional de la Agricultura Familiar. Con este título se quiere destacar la importancia de las familias de agricultores, de pescadores, de pastores y de todos aquellos y aquellas que producen alimentos haciendo uso de oficios y técnicas tradicionales, poco agresivas con el medio ambiente y de alta calidad debido a la poca modificación del proceso natural de producción.
Aunque la idea es reflexionar sobre una actividad que libra del hambre a millones de personas en el planeta no podemos dejar de recordar y enviar nuevos ánimos a toda la gente que también se acerca a la tierra desde sus pequeños huertos, jardines o hasta balcones, o que cría algún animal o pesca «para casa». Todos ellos también dan un paso rebelde y pasan de ser consumidores a consum-actores .
Haciéndonos solidarios con esta iniciativa, parece obligado que este verano volvamos a preparar nuestra minihuerta en el campa, mostremos a pequeña escala en qué consiste el trabajo agrícola y saquemos de su asombro a algún pequeño ingenuo que piense todavía que pimientos y pepinillos salen de los tarros.