En el principio fue un cuento, un cuento contado, hablado y luego otro y muchos más, hasta que ya no hubo manera de recordarlos todos. Y el ansia de guardar las palabras llevó primero a grabarlas sobre piedras y un poco más tarde a imprimirlas en papel, lo que resultó muchísimo más práctico.
Y además de venderse pan, alfombras o sortijas empezaron a venderse libros y a guardarse en lugares maravillosos para que no se perdiesen y para que la gente pudiese leerlos cuando quisiese. Y llegaron los libros electrónicos y las nubes llenas de libros y las gafas de los chinos por un euro ¡y sabe Apolo lo que llegará dentro de 20 años con tal de que podamos seguir leyendo!
Hoy es el Día del Libro porque continuamente aparecen nuevas historias que quieren hacerse tener en nuestras manos antes de llegarnos al corazón y porque hay muchas otras que han de volver a ser contadas una y otra vez para mayor disfrute de niños, niñas y mayores.
Decididamente elegir un libro hoy o mañana o estos días es un gesto fabuloso.