Chispas y Cometas tuvieron que madrugar de lo lindo para poder realizar la visita proyectada al Parque de Bomberos, quienes amablemente aceptaron recibir a 85 niños con los que compartirían toda la mañana. Desde aquí no queremos dejar pasar la ocasión para agradecer de todo corazón el trato recibido, la disposición y la paciencia mostradas con el chiquillerío.
Los Chispas fueron llevados en coches fletados para la ocasión, pero los Cometas tuvieron la ocasión de mostrar sus dotes andarinas y a través de una ruta de sinuosos senderos, llegaron a Villaviciosa a la hora prevista.
Una vez allí, la amabilidad y generosidad de los miembros del Cuerpo de Bomberos dió como para que todos los chicos pudieran conocer mejor los entresijos de esta noble y arriesgada profesión que todos, alguna vez, de niños, soñamos con ejercer.
Se activaron sirenas, todos se subieron a los distintos vehículos, hablaron por los micrófonos -los habitantes de la Villa estaban perplejos escuchando la voz de un Chispa, a todo gas, gritando ¡¡¡fuegoooo!!!-, y no podía faltar la parte más célebre de todo parque de bomberos que se precie: la famosa barra por la que se deslizan cuando hay que salir pitando.
El colofón no podía ser mejor: debido al calor que hacía, se activaron las mangueras, y hubo chapuzón para todos; pero no contentos con el agua, se pasó a la espuma, y ahí fué donde los chavales gozaron como enanos… En fin, una experiencia que a buen seguro no olvidarán.
De vuelta en el Campa, duchas y piscina para todos.
Zulus y Ecos continúan con su andadura, los unos por Playa España y los otros por Playa de La Isla, aprovechando el calor que este verano generoso nos está regalando.
La aventura continúa, y mañana iniciarán la suya particular los Cometas. Entonces el campa queda enterito en manos de los Chispas, esos locos bajitos que nos contagiarán a todos por unas horas. Que razón tenía Baudelaire cuando decía que la infancia es la patria de la memoria. Desde el norte del Nhorte, el reporter Tribulete.