Estábamos bien, pero no estábamos todos. Hoy llegaron de mañana, procedentes de Freiburg (Alemania), 22 adolescentes y 4 Monitores alemanes dispuestos a compartir con nosotros su cultura y sus costumbres, una experiencia que venimos disfrutando desde hace ya 16 años.
Los inicios no fueron fáciles, nos separaba una lengua, una manera diferente de entender el tiempo libre, incluso las relaciones personales, pero todo este camino andado sirvió para que hoy, desde el primer día, sea difícil distinguir quienes son españoles y quienes alemanes, incluso por el aspecto; la “aldea global” nos va igualando un poco más a todos. Aun así, nos sigue separando el idioma, por lo que todos nos vemos obligados a poner en práctica el poco o mucho inglés que sabemos, la lengua de encuentro que se impone ya por encima del francés.
Chispas y Cometas les hablan en español como si tal cosa, convencidos de que les entienden…y, de alguna forma, así es: la magia y la diversión son lenguajes universales.
Eso sí, nosotros cantamos más. Y hablamos más alto. Hay cosas que no cambian.