Rostros pálidos llegar, rostros muy pálidos –german people- también. Indios recibir bien, a son de mar, en son de paz.
Llegan con el calor del interior en sus caras. Llegan expectantes los nuevos, confiados y risueños los veteranos. Llegan con el aprobado o el suspenso aun reciente en su mochila invernal. Llegan de todos lados –hasta de Alemania-, llegan más mayores que ayer, pero mucho más pequeños que mañana. Llegan del asfalto, aun prendidos a los botones para sustituirlos por unos días por la hiedra, la piqueta de la tienda, la araña patilarga, las estrellas como techo. Llegan, ven y vencen. ¡Que llegan los indios! Rostro pálido curtir su piel a partir de mañana con brisa marina y verdes prados asturianos.
Pero, sobre todo, lo más importante: llegaron bien.