Quino va camino de los 82 años. Lleva toda su vida dibujando tiras y viñetas cómicas y esta semana ha sido galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades reconociéndose su dimensión universal, la vigencia de sus mensajes y el enorme valor educativo de sus trabajos. Naturalmente, no podíamos menos que sumarnos a esta felicitación.
Mundialmente conocido como el padre de Mafalda, cuyas ocurrencias y las de su pandilla narró durante 10 años, este argentino de padres españoles no ha parado de practicar un humor inteligente que arrancase la sonrisa de aceptación y complicidad de sus lectores.
Quino es sensible e inconformista, como se ve a través de sus personajes. Sabe que tiene la obligación de contarle a la gente cómo está el mundo y denuncia la injusticia, el hambre, la estupidez, el abuso, la guerra, la opulencia, el autoritarismo, la prepotencia o las desigualdades, reclamando un momento de reflexión con cada uno de sus dibujos. Tras esa micro-reflexión aparece la sonrisa, que es un reconocimiento a lo cierto del mensaje y a lo bien que está contado.
Su extensa obra con títulos como «Hombres de bolsillo», «Humano se nace» o «¡Qué presente impresentable!», además de los 10 volúmenes de la genial Mafalda, habla de un hombre ejemplar, de un gran artista y de un singular pedagogo de nuestro tiempo. La red está plagada de sus viñetas aunque ésta es una ocasión estupenda para hacerse también con alguno de sus muchos pedazos de humanidad.