Los Ecos completaron con éxito su Vivaqueo, en el que tuvieron que apañárselas sólos con las comidas y el presupuesto que tenían para ellas, y culminaron en varias etapas un recorrido que trajo consigo alguna que otra ampolla, pero que a buen seguro les sirvió para llevarse una idea más clara de cómo viven las gentes de esta hermosa tierra, así como para disfrutar de parajes únicos, como el Mirador del Fito.
Y hoy gran Guerra de Globos… no sé quien ha ganado, pero lo importante es que no hubo “víctimas”, sólo unos cuantos remojones, que para los 28 grados que hacían a esa hora, no fue poco lo que se agradeció…ojalá todas las guerras fueran así.
Y cuando la tarde palidece y renacen las olas…Ateneo explosivo, cargado de intervenciones y alguna que otra confidencia sentimental de los Cometas, que como no saben cómo quererse pues se pelean: “Los de la cabaña de al lado son unos tontos, abren la puerta de la nuestra cuando nos estamos cambiando…”. Tienen toda una vida para aprender que a determinadas puertas, hay que llamar antes de entrar. En fin, familia, todo tranquilo en Camelot.